martes, 30 de septiembre de 2014

Muralismo mexicano


Muralismo mexicano

  • Movimiento artístico de México de principios del siglo XX, respondía a las ideas revolucionarias de la época.
  • Propone la producción de obras monumentales para el pueblo en las que se retrata la realidad mexicana, las luchas sociales y otros aspectos de su historia.
  • La figura humana y el color se convierten en los verdaderos protagonistas de la pintura
  • Redescubrieron el empleo del fresco y la encáustica.
  • los muralistas se convirtieron en cronistas de la historia mexicana y del sentimiento nacionalista, desde la antigüedad hasta el momento actual.
  • principal impulsor: José Vasconcelos
Diego Rivera
  • La concepción histórica de Diego Rivera es a partir de una descripción minuciosa de la vida cotidiana antes de la llegada de los españoles.
"Una tarde de domingo en la alameda central"
"El día de la flor"
"La noche de los pobres"
José Clemente Orozco
  • En su visión integra las culturas indígenas en el contexto de una religiosidad violenta.
  • Tema: hombre explotado engañado por el hombre.
"catarsis"
"Cortés y la malinche"
"El hombre de fuego"
"Hidalgo"
David Alfaro Siqueiros

  • Se interesó por acercar a la pintura moderna los valores plásticos de los objetos prehispánicos
"Nueva democracia"
capítulo 32 (Toda la historia del mundo)
  • se puede decir que realmente la Segunda Guerra Mundial es el primer con­flicto en el que se enfrentan beligerantes del mundo en­tero. Por eso la llamamos la Gran Guerra Mundial (que­da el nombre de Gran Guerra para la de 1914)
  • El 22 de junio de 1941, el Führer, inició la opera­ción Barbarroja para invadir la URSS. Quienes habían leído Mein Kampf sabían que lo haría. A Stalin le tomó por sorpresa. El dictador ruso no tenía nada en contra del nacionalsocialismo, al que su régimen se parecía mu­cho (excepto en su delirante racismo). Con Hitler se ha­bía repartido Polonia y los países Bálticos. En 1941, los trenes rusos llenos de trigo o de petróleo seguían viajan­do a Alemania. Hasta a un gánster puede engañarlo otro que lo sea más que él.
    El 7 de diciembre de 1941 se producía un aconteci­miento más sorprendente todavía: sin previa declaración de guerra, Japón aniquilaba la flota americana reunida en la base de Pearl Harbor, en las islas Hawai (con la excepción de tres portaaviones que estaban patrullando). Los aviones nipones, que habían despegado antes del amanecer desde los puentes de diez portaaviones, envia­ron a los acorazados americanos al fondo del mar.
    • Ya en junio, los ingleses habían firmado una alianza con los soviéticos. «Para vencer a Hitler, estoy dispuesto a aliarme con el diablo», había dicho Churchill.
      Entonces es cuando Italia y la Alemania nazi decla­ran la guerra a Estados Unidos. Se vieron aparecer subma­rinos alemanes (los famosos U-Boote) ante Manhattan.
     
  • A principios de 1943, la suerte dio un vuelco. Rommel se vio obligado a retirarse y el ejército del ma­riscal Paulus tuvo que rendirse. La batalla de Estalingrado marcó el cambio de sentido de la guerra. El resto ya se conoce: campañas de Italia y de Rusia; desembar­co en junio y agosto de 1944 en Francia; capitulación de Alemania el 8 de mayo de 1945 y de Japón el 15 de agosto de ese mismo año. La Alemania nazi, la Italia fascista, y el Japón imperial habían capitulado «sin condiciones».
    Adolf Hitler se suicidó en el bunker de la cancillería de Berlín. A Mussolini le mataron los partisanos y le col­garon por los pies en una carnicería de Milán. Sólo el Mikado salvó la piel y el trono, el procónsul americano MacArthur consideró que no podía pasar sin él.
    Aquella terrible y justificada guerra la ganó, en pri­mer lugar, el estoicismo heroico y flemático del pueblo inglés durante los años 1940 y 1941